Por el barro de alguna plaza de la actual ciudad alemana de Tréveris rodó, un día del año 385, la cabeza del primer hereje ejecutado por sus ideas religiosas en el orbe cristiano. Poco se sabe de Prisciliano de Ávila más allá de que era originario de Hispania y de que sus prédicas, más apegadas a la tradición indígena que a las influencias orientales de las que se nutría la Iglesia oficial del momento, atrajeron a los sectores populares de las extremas provincias del occidente imperial, las que se desdibujaban en las brumas del noroeste de la península ibérica, las del finis terrae. Un escándalo fue que Prisciliano anduviese rodeado…
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Somos monte
La duda la planteó un amigo que estaba traduciendo al asturleonés algunos cuentos de los hermanos Grimm. ¿Cómo expresar de una forma autóctona la palabra bosque? Claro que hay palabras de sobra por aquí para hablar de árboles, matas, matos o viescas. Incluso encontramos en la toponimia, en la comarca de la Cepeda y descolgándose hacia la cuenca del Sil, una latina silva silvae; La Silva, un pequeño pueblo de techos de pizarra y rodeado de árboles cuyo nombre hoy nos evoca más un paisaje tropical poblado de monos y lianas que el feraz carbayal que lo rodea. Sin embargo, el bosque de los cuentos infantiles de mi amigo es…
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Más allá de la historia
Fue a finales del siglo XVIII. Un jovencísimo James Macpherson, el hijo de un humilde granjero escocés, comenzaba una obra que iba a llevarle gran parte de su vida: una gigantesca recopilación de baladas populares escocesas. Para ello, recorrió las plomizas tierras altas de Escocia, visitó sus aisladas islas e inaccesibles montañas y recogió muestras de la literatura oral de aquellas apartadas aldeas para, a su vuelta a Edimburgo, publicarlas en celebradísimas antologías. Aquellas obras encontraron un eco extraordinario en una sociedad que comenzaba a poner en valor lo autóctono frente a una cultura clásica y universal, basada en los referentes griegos y romanos. Dicen que fue quizás en esta…
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Telagrajo
Hay en medio del páramo que separa el río Bernesga del río Órbigo este topónimo peculiar que encierra no pocas preguntas. El Telagrajo (o Telegrajo, corrupción esta mucho más común de la palabra telégrafo) es un nombre humilde. Se llaman así muchos cerros, muchas colinas donde la tierra se arruga y se levanta. Allí hacia el sur, en Toledo, junto a Navahermosa, se ven extenderse, desde un monte con el nombre de Telegrajo, la inmensa llanada toledana e infinitas sierras desdentadas y graníticas. Y ya con el apelativo más transparente de Telégrafo, este nombre salpica innumerables alturas por toda España; aquellas donde se establecieron, desde finales del siglo XVIII, las…
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Trincheras
Para nosotros, los niños de entonces, las historias de la guerra formaban, todavía en buena medida, parte de los territorios del mito y la leyenda. Bien es cierto que aquellos años de transición política de nuestra infancia trajeron apertura, películas y debates, pero todavía entonces, cuando a mi abuelo se le ocurría empezar a contar la historia de aquel amigo suyo al que se encontró acribillado por la espalda en una cuneta, junto a la Venta de la Tuerta, uno no podía evitar ver en las expresiones de los mayores un atisbo de miedo y de recelo. A la guerra, que había llegado como una traca brutal de pólvora seca,…
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Los lobos
Los amantes de lo maravilloso saben que en la cara que nos ofrece la luna hay, nos lo cuenta José Luis Puerto, una vieja hilando o un hombre cargado con un enorme feje de espinos. Lo leo en su monumental recopilación de leyendas de la provincia de León, donde veo, además, desfilar por el astro nocturno toros y leones, perros y caballos. No sé si Puerto, en sus andanzas interminables por los pueblos leoneses, preguntó alguna vez a la gente qué esconde la luna en su lado oculto, pero no me extrañaría que allí, corriendo o aullando a la bóveda celeste, se hallase un lobo. Pocos animales, en León y…
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Ancares
La carrera que ha emprendido Candín en favor de renombrarse como Ancares ha levantado una polvareda que ha llegado lejos, pero que en realidad siempre había estado presente en el malestar callado de las gentes de un valle que ha entregado su nombre a una marca de éxito, un éxito del que quizás ellos hayan sido los menos favorecidos. Río, valle, sierra o comarca, el nombre de Ancares ha sido la historia de un topónimo en expansión. Nada nuevo si pensamos en otros muchos. Nombres como Castilla o el mismo Bierzo han jugado siempre al caballo ganador, imponiéndose sobre tierras cada vez más amplias. Al fin y al cabo, esa…
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La crisis de la mascarita
Nos pillan este año las Carnestolendas a todos enmascarados, pero con pocos disfraces y alegría. Carnavales con toque de queda, con limitaciones, como aquellos otros de otros tiempos, cuando todavía el antruejo era amenaza y osadía, cuando había que imponer orden a la fuerza, o al menos intentarlo. Suele atribuirse al franquismo aquellas rígidas directrices que organizaban las fiestas del Momo con mano firme. Cosa que no es del todo falsa; es conocido que ya desde el 37 se impone desde el gobierno franquista una orden a todos los gobernadores civiles por la que se prohíbe la celebración. No era de extrañar, dadas las circunstancias extraordinarias de la guerra. Sin…
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Otros comuneros
Pocos acontecimientos históricos demuestran tanta plasticidad en su interpretación como el de la revuelta de los comuneros de la Corona de Castilla contra las políticas del nuevo rey Carlos I a comienzos del siglo XVI, acontecimientos de los que este año se celebra el quinto centenario. Desde la derrota de Bravo, Padilla y Maldonado, el acontecimiento ha sufrido diferentes interpretaciones, ha sido bandera de distintas corrientes políticas, ensalzado por unos y demonizado por otros durante estos quinientos años. Se ha convertido en un símbolo cuya evolución tiene su propia historia, una historia que a menudo es tan rica como los acontecimientos del propio suceso en sí mismo. Sin embargo, no…
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Otra memoria de la nieve
La borrasca Filomena ha traído a nuestras pantallas infinidad de imágenes de nieve. Trineos por las calles de Madrid, iglús improvisados en medio de las plazas de la capital y termómetros arrojándose al abismo desde los puentes de Albacete. La hiperconectividad de nuestros días nos ofrece como extraordinario lo que aquí cerca ha sido moneda corriente hasta nuestros días: una vida que se interrumpía casi cada año con el azote del blanco meteoro. “Mi memoria es la memoria de la nieve. Mi corazón está blanco como un campo de urces” susurraba Julio Llamazares en el comienzo de su Memoria de la Nieve, evocando una vida antigua labrada, invierno tras invierno,…