Ahora que vuelven las elecciones me ha venido a la mente una historia que lleva circulando una temporada por las redes. Es la historia de María, la paisanina de Foncebadón que el día que fueron a llevarse las campanas de su pueblo se subió al tejado de la iglesia para impedirlo. Aquello fue en 1993 y entonces tuvo bastante eco. Ocupó páginas en los periódicos y hasta Julio Llamazares escribió un artículo en un diario de tirada nacional para contarlo. El caso fue que habían aparecido por Foncebadón un par de curas de Astorga, acompañados de cuatro guardias y seis obreros, para llevarse las campanas al museo diocesano. Eran los…