Pedro es un editor que lleva años haciendo libros en leonés. Me lo encontré en una de estas noches decembrinas, tempranas, cuando todo el mundo se recoge y él volvía del trabajo acompañado de la oscuridad que en este tiempo se rompe con luces de Navidad. Volvía de su otro trabajo porque, como él mismo me reconoció, las ventas están bajando muchísimo y, si no fuera por esto, no podría completar sus ingresos. Mira, me dijo señalando con el mentón a todo lo largo de la calle, esta es una lucha de quijotes, estoy seguro de que solo entre esta gente que pasa por delante de nosotros habría muchos que…
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VOLÈM VIURE
La del colonialismo interno puede parecer una idea espontánea de cualquiera que se enfrente al expolio constante que sufren las tierras vacías de este país. Parques de inmensos molinos que agitan sus palas al viento, campos militares, inmensos sembrados de placas fotovoltaicas, megacentrales hidráulicas para arrancar una energía que necesitan lejos, polígonos industriales desiertos de unos obreros que ya hace tiempo se fueron a engrosar las filas de la moderna economía que se produce en otras tierras. Pero el colonialismo interno es una teoría elaborada a mediados del siglo XX. La descubro leyendo a autores latinoamericanos como Pablo González Casanova, la descubro también en Europa cuando conozco la obra de…
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La etiqueta de la despoblación
La despoblación y sus causas. Eso que llaman la España vaciada; el sujeto informe que se mueve como un enorme fantasma de holograma. Ese don nadie que ni mata ni espanta. Una simplificación a medida de la nada. Un producto de marketing fabricado para crear contenidos, para crear noticias y magazines de entretenimiento. Una corona de flores hermosas que colocar sobre una tumba. La despoblación es solo un discurso y las causas un rizo melancólico. La despoblación es un discurso, el sujeto que lo enuncia mira la tierra desde lo alto. Igual que miraban desde lo alto los que nombraron, los que legislaron siempre. Así se desplegó una mirada, la…
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Lo que duerme
Los montes leoneses se guardan para sí casi todos sus secretos. Caminamos por los caminos del bosque hacia lo alto. Quizás, bajo nuestros pies, bajo un manto de hojas secas, se esconde el campamento romano donde un soldado de hace dos mil años pasó la noche asustado bajo la niebla de esta tierra plomiza y lejana, con los ojos puestos en el cielo y recordando a los suyos en Hispalis, en su villa de Cumas o en Tarraco, o quién sabe en qué otro lugar asomado a orillas más luminosas del Mediterráneo. O quizás pisamos la espalda ajada de un fusilado durante la guerra, con los ojos vueltos hacia el…
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Palabras
Le leo a Suso del Toro, en el prólogo a una de las novelas de Cunqueiro, que la literatura no son más que palabras. Y yo me pregunto qué parte de lo que nos rodea a nosotros mismos no son más que palabras. La ciudad está hecha de palabras. Frases verticales que ocultan el horizonte. Una gramática de hormigón que nos envuelve. La ciudad está hecha de escaparates de librerías, está hecha de periódicos, crece con el eco de los altavoces de televisores y de móviles. Ciudad-literatura, acaso no sea imposible escapar de ella. La ciudad-literatura es país y paisaje. Ha llegado el otoño y llueve. Y en urbes como…
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Lope
Ya se habló mucho del lobo. Pero me llega que al hijo de mi hermano le ponen Lope, lupus, lobo, y luego veo a esa pequeña criatura amamantarse en la distancia a los pechos de su madre, y es entonces que siento que tengo que escribir aquí de pezuñas y de colmillos que juegan a rasgar estas hojas de papel, y de la luna blanca, y de pequeños hocicos que apenas aciertan a unir las dos vocales con las que se abre en canal el cielo de la noche. Pequeño lobo, mira que a menudo serás la moneda verde que algún trasgo malo querrá esconder bajo su almohada y un…
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Un sermón a los peces muertos
Poco sabemos de literatura portuguesa. Portugal marginal, del continente y del canon. Camino por el fondo de un pantano seco. Pongamos, por ejemplo, el Pantano de Villameca, seco como el tuétano de los huesos de los reliquiarios. Seco como solo puede ser el final de un verano como este, un verano que trajo esta capa de polvo y sal. Un pantano seco de orillas dibujadas en piedra y pinos que parecen desorientados turistas extranjeros acostados al sol. Y allí, junto a un minúsculo charco de agua que se resiste a morir bajo el enorme muro de hormigón de la presa, pienso en el Sermón de San Antonio a los peces,…
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Infierno
Hace ya tiempo que el monte dejó de contar su historia. La raposa y el roble, la peña y la cascada, el aliso que se mira en el agua junto al río, la majada de piedra que se desmorona pasto de la maleza. Y el fuego lo sabe. El lector podrá argumentar. Podrá creer, como le cuentan, que hay un demiurgo, un dios omnipotente que alberga en su seno el orden de las criaturas del monte. El fiel de la vida pende de su dedo mientras todos los ojos miran a lo alto y olvidan. Así, el responsable de las siete plagas respira aliviado y se esconde entre los ojos…
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La edad dorada
Leo en la recopilación de Leyendas de Tradición Oral en la provincia de León, de José Luis Puerto: «En todas las tradiciones orales de carácter popular, hay un tipo de mirada. Es una mirada que pareciera corresponder a la infancia del mundo». Y siento que tengo que escribir algo sobre este verano que se nos marcha. Dani y Aleix suben por el camino de Couso. Podrían estar girando sobre sí mismos en el pueblo, con los pies desnudos sobre el cemento. Podrían estar esperando la lluvia que destiñe los tejados de pizarra, esperar a que las nubes destronen a los rayos oblicuos de un sol que ya sobrepasó la cúpula…
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Montañas
León vive de espalda a sus montañas. Ha llegado Pablo ayer y ya está saltando de peña en peña. Nos muestra un valle, un puerto, un reguero que baja brincando entre las rocas. Parece un fauno solar que nos observa carcajeándose desde lo alto. Y nosotros le miramos espantados; tiene la fuerza atronadora de los personajes de sus novelas eléctricas. —Ahí, al otro lado, está Asturias. ¿Veis apoyados sobre las peñas los dedos peludos de un dios atlántico? —Llevamos mucho tiempo aquí y ese dios para nosotros está muerto. Tú, sin embargo, traes los ojos luminosos del sur, la lengua vibrante de los cuentacuentos del zoco, la perspectiva fogosa y…