Diario de León,  La Llariega

El nombre de León

Muchos son los lugares en América con el nombre de la Ciudad. El primero de ellos se remonta a los mismos orígenes de la colonización española del continente

El nombre de León, al igual que otros innumerables topónimos europeos, aparecen con abundancia en territorio americano. Estados como Nuevo León en México, León de Guanajuato, Santiago de León de Caracas, llegan hasta hoy y son quizás los más conocidos. Sin embargo, la historia del topónimo León en América, arranca desde casi el comienzo de la historia de la colonización. El primer caso conocido es el de la Gobernación de Nueva León que surge a partir de la Capitulación de Toledo de 1529.

Como es sabido, la colonización americana se llevó a cabo mediante el sistema de capitulaciones. Estos contratos se establecían entre la Corona de Castilla y un particular para descubrir o poblar los nuevos territorios. Este tipo de contratos se llevaron a cabo desde el mismo comienzo de la conquista americana con las conocidas Capitulaciones de Santa Fe entre los Reyes Católicos y Cristóbal Colón. A través de estos contratos, el conquistador recibía una serie de prerrogativas, como el gobierno y la explotación de los nuevos territorios, y así la Corona se aseguraba que estos serían incorporados a su soberanía. Los gastos corrían a cuenta del conquistador que tomaba esta empresa como una inversión. No hay que olvidar que los conquistadores procedían de la nobleza empobrecida de Extremadura y Castilla que habían visto mermadas sus posibilidades de hacer fortuna mediante las armas con el fin del proceso de la Reconquista.

Uno de esos aventureros, quizás el más conocido junto a Hernán Cortés, fue Francisco Pizarro. Este, después de la conquista del territorio de los Incas, consiguió del emperador Carlos I una de esas capitulaciones por la que se le concedía el gobierno y la explotación del territorio recién conquistado; la mencionada Capitulación de Toledo. En esta capitulación, se le concedía al extremeño un territorio de doscientas leguas de costa hacia el interior con el nombre de Gobernación de Nueva Castilla. Pues bien, a través de este documento se concede además al portugués Simón de Alcazaba y Sotomayor el gobierno de la franja de tierra de doscientas leguas al sur de la de Pizarro con el nombre de Gobernación de Nueva León. Sin embargo, al contrario que Pizarro, Alcazaba no pudo llevar a cabo la expedición por lo que la explotación de ese territorio fue adjudicada a la familia de banqueros alemanes Fugger.

Cinco años después, en 1534, Carlos I vuelve a conceder nuevas capitulaciones. En este caso, amplía el territorio concedido a Pizarro en setenta leguas y concede tres gobernaciones más: la de Nueva Toledo, la de Nueva Andalucía y, nuevamente, la de Nueva León que volvía a concederse a Alcazaba. No debía ser el portugués un hombre de sobrados recursos económicos. Ya vimos que unos años antes no fue capaz de llevar a cabo la concesión y en la de ahora zarpa de Sanlúcar de Barrameda con una menguada expedición de 250 hombres y dos naves muy mal pertrechadas: la Madre de Dios y la San Pedro. Apenas llegaron a las Canarias fue necesaria una parada para reparar los barcos y a duras penas consiguieron avanzar más y llegar al Estrecho de Magallanes, paso que ya fue imposible de cruzar al sumar a las condiciones materiales el clima adverso que se encontraron. Será por esta razón por la que la expedición retornará sobre sus pasos explorando las costas atlánticas de la actual Argentina. Allí fundarán un endeble asentamiento, Puerto de los Leones, desde el que comenzaron a explorar tierra adentro. Las pretensiones de riquezas de los expedicionarios chocaron con la cruda realidad de un terreno árido y de pocos recursos. Creció la frustración hasta el punto de terminar en un motín que acabó con la vida de Alcazaba. El motín fue por fin dominado a costa de ochenta vidas humanas, una sangría tan considerable que obligó a levantar el asentamiento, abandonar el proyecto y viajar a la Española en un viaje lleno de peripecias que solo resistió la nave San Pedro, pues la Madre de Dios naufragó en las costas brasileñas.

Acababa así este proyecto llamado Gobernación de Nueva León que apenas dejó más que un recuerdo y el embrión de una población, Puerto de los Leones, que más tarde se retomó y llegó hasta hoy como la población argentina conocida como Camarones.

Publicado originalmente en el Diario de León